Lengua de madera en el ganado vacuno
19 sep 2025
La salud bucal en el ganado vacuno es un tema que suele pasarse por alto, pero que tiene un impacto directo en la productividad y el bienestar animal. Entre las enfermedades más llamativas se encuentra la lengua de madera o actinobacilosis lingual, un padecimiento que provoca la inflamación, endurecimiento y pérdida de movilidad de la lengua en bovinos.
Aunque no se trata de una enfermedad de alta mortalidad, sí es altamente incapacitante, ya que el animal pierde la capacidad de alimentarse correctamente.
Esto conduce a pérdida de peso, menor producción lechera y disminución del valor comercial. Para los ganaderos, reconocer los signos y entender cómo se presenta esta enfermedad es clave para actuar de forma temprana.
¿Qué es la lengua de madera en bovinos y cómo reconocerla?
La lengua de madera es causada por la bacteria Actinobacillus lignieresii, habitante normal del tracto digestivo y respiratorio de los rumiantes. El problema aparece cuando esta bacteria penetra en los tejidos blandos de la boca a través de lesiones.
Signos clínicos principales
La lengua se vuelve rígida, inflamada y dura al tacto, con apariencia de madera.
Dificultad para masticar y deglutir, lo que genera sialorrea excesiva (baba constante).
Lengua aumentada de tamaño que puede sobresalir de la boca.
Aparición de nódulos o abscesos que al abrirse liberan pus con los característicos “gránulos de azufre”.
En casos avanzados, el animal deja de comer y su condición corporal se deteriora con rapidez.
Estos síntomas no solo afectan la alimentación, sino también el estado general de salud. De hecho, problemas como la frecuencia respiratoria en bovinos: qué es, cómo medirla y por qué importa suelen estudiarse en conjunto para tener una visión integral del bienestar animal.
¿Qué factores causan y favorecen la lengua de madera?
La principal causa es la lesión mecánica de la mucosa bucal. Alimentos duros, tallos de forraje con espinas, semillas con estructuras punzantes o incluso piedras pueden dañar la lengua y permitir la entrada de la bacteria.
Factores predisponentes:
Tipo de alimentación: dietas basadas en rastrojos, pajas o forrajes con estructuras abrasivas.
Condiciones de manejo: deficiencias en la higiene de comederos y bebederos, donde proliferan bacterias.
Edad del animal: los bovinos jóvenes, en etapa de cambio dentario, presentan mucosas más vulnerables.
Estrés y hacinamiento: elevan la susceptibilidad a lesiones bucales y a infecciones oportunistas.
La prevención pasa por reducir la exposición a este tipo de materiales, ofrecer forrajes de buena calidad y mantener instalaciones limpias. De lo contrario, el riesgo de enfermedades no solo bucales, sino también nutricionales, se incrementa, como sucede con la hipofosfatemia bovina: causas, síntomas y estrategias para prevenirla.
¿Cómo se diagnostica la lengua de madera en el ganado vacuno?
El diagnóstico se basa en tres aspectos clave:
Examen clínico directo: se observa la lengua dura, inmóvil, inflamada y con nódulos característicos. El animal suele presentar dificultad para comer, pérdida de apetito y salivación abundante.
Diagnóstico diferencial: se deben descartar otras enfermedades que afectan la boca del bovino, como la actinomicosis (que ataca los huesos de la mandíbula), neoplasias, abscesos por cuerpos extraños e incluso procesos tuberculosos.
Confirmación de laboratorio: la toma de muestras de pus o tejido permite aislar la bacteria A. lignieresii. También puede usarse la biopsia para descartar otros procesos granulomatosos.
Un diagnóstico temprano es esencial para iniciar el tratamiento adecuado y evitar que la enfermedad se cronifique, pues en esos casos las masas de tejido fibroso se vuelven más difíciles de controlar.
¿Cuál es el tratamiento más efectivo para la lengua de madera?
El tratamiento clásico consiste en el uso de yoduro de sodio intravenoso, administrado en dosis de 70 mg/kg en soluciones al 10–20 %. Esta terapia suele mostrar resultados notables en pocos días, con reducción de la inflamación y recuperación de la movilidad de la lengua.
En casos más graves o crónicos, se recomienda complementar con antibióticos como tetraciclinas, penicilina o ampicilina. Estos ayudan a reducir la carga bacteriana y controlar la infección sistémica.
En situaciones avanzadas, donde los granulomas son muy grandes, puede ser necesario el drenaje quirúrgico o la escisión de tejido afectado. Aun así, lo más importante es la detección temprana, ya que la recuperación es más rápida y menos costosa en las fases iniciales.
El éxito del tratamiento se mide también en la recuperación productiva. Si el animal retoma su ingesta normal, puede recuperar el peso perdido, lo que se evalúa fácilmente con herramientas como la tabla de peso de ganado bovino.
¿Qué consecuencias tiene la lengua de madera en la producción?
Aunque la lengua de madera rara vez es mortal, su impacto en la productividad es muy relevante:
Disminución del consumo de alimento, lo que conduce a pérdida de peso progresiva.
Reducción en la producción de leche en vacas lecheras, debido a la ingesta insuficiente de nutrientes.
Incremento de costos por tratamientos, medicamentos y mano de obra extra en el manejo.
Pérdida de valor comercial, ya que los animales con historial de enfermedades bucales pueden ser menos atractivos en el mercado.
Afectación al bienestar animal, reflejada en dolor, estrés y deterioro de la condición corporal.
Por lo tanto, más allá de la salud individual, se trata de un problema económico para los productores que no debe subestimarse.
Preguntas frecuentes
¿Por qué se llama lengua de madera?
Porque la lengua se endurece y pierde flexibilidad, dando la sensación de estar hecha de madera.
¿Se transmite a humanos?
No, A. lignieresii es un patógeno específico de bovinos y otros rumiantes.
¿Cuál es el pronóstico de los animales tratados?
Si se diagnostica y trata a tiempo, el pronóstico es bueno. Los animales pueden recuperar su capacidad de alimentarse con normalidad.
¿Qué pasa si no se trata?
El animal puede desarrollar masas fibrosas irreversibles, perder gran parte de su capacidad de ingestión y volverse improductivo.